Desde Stettin en el Báltico hasta Trieste en el Adriático, un telón de acero ha descendido sobre el continente europeo. Tras esta línea se encuentran todas las capitales de las antiguas naciones de la Europa central y oriental. Varsovia, Berlín, Praga, Viena, Budapest, Belgrado, Bucarest y Sofía, todas estas famosas ciudades y las poblaciones de sus alrededores descansan en lo que debo llamar la esfera soviética.